La propiedad inmobiliaria se mueve. Se puede mover porque cambia de manos su dominio o utilización, se puede mover porque sufre alteraciones que modifican su descripción, se puede mover cuando alguno de los planos de realidad a través de los cuales se manifiesta cambia respecto al resto, puede moverse incluso cuando no se mueve.
Y ese movimiento se ramifica y capilariza prácticamente hasta el infinito: sobre la finca hay propiedad, puede haber usufructo, servidumbre, desmembración censal, arrendamiento, superficie, vuelo, explotación, concesión…..Sobre la finca se producen agregaciones, agrupaciones, segregaciones, divisiones, parcelaciones, cambios de cultivo, alteraciones de cauces…..Puede cambiar el dueño por venta, herencia, ejecución hipotecaria, donación, aportación y no cambiar el usufructuario, arrendatario, precarista, usuario, habitacionista….Puede haber alteraciones dominicales y no modificarse la situación urbanística de la finca. Puede haber alteraciones urbanísticas y no modificarse la situación dominical o catastral de la finca. Puede haber alteraciones ambientales y el resto de planos no haberse modificado, o alguno de ellos sí, o bastantes o…….
¿No creéis imposible que sea una sola institución, Registro o Catastro o las Municipalidades o cualquier otro único organismo el encargado de informar sobre todas estas situaciones?
Se inicia un proceso en nuestra Dirección de relaciones con Catastro para estudiar todo el proceso de relaciones complejas que se mueven alrededor del movimiento de la propiedad. Los agentes que participan, el contenido que aportan, la forma en cómo se relacionan, la finalidad a la que sirven.
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